POR UNA VENEZUELA LIBRE DE REGGAETÓN

Luis Eduardo Bastidas/ECS

Frase que debería estar acompaña por una verdadera campaña en contra, no del género en sí, sino de su “lírica” que apunta al desmedro de las sociedades aduciendo que son las raíces, el sentimiento general, el diario vivir en el agitado mundo de los barrios, claro si no le dan un sentido común esto estaría generando desconciencia, si se puede llamar de esa forma, de una u otra manera son varios los estudios que se han hecho con respecto a la lírica del reggaeton.
Y es que, por ejemplo, acá en Venezuela la Lcda. Marianela Urdaneta, Profesora Asistente de la Universidad Bolivariana de Venezuela - Sede Zulia, Comunicadora Social, MSc. En Ciencias de la Comunicación. Mención Sociosemiótica de la Comunicación y la Cultura. Egresada de la Univ. del Zulia. En sus estudios de Doctorado en Comunicación Audiovisual y Publicidad en la Universidad Autónoma de Barcelona, en su tesis de maestría denominada: EL REGGAETÓN: ANÁLISIS SEMIOLINGÜÍSTICO, dice entre otras cosas lo siguiente:

Luego de estudiar la estructura discursiva de las canciones más radiadas, concluye que la aceptación del género musical no sólo es por su pegajoso ritmo, sino que los jóvenes identifican su vida y quehacer con las líricas o letras. “El sexo, la violencia, la protesta, la política y desamor resultan mensajes más recurrentes”, analiza. “En casi todas las letras, la mujer es expuesta como un instrumento sexual”. “Generalmente comparan al sexo femenino con un animal salvaje. El meta mensaje es: hagan sexo; pero no sólo el normal, las letras hablan de la zoofilia, el fetiche...” La investigadora ejemplifica con la canción Mi cachorrita, de la agrupación venezolana Calle Ciega: Tú eres mi cachorrita mamá / yo soy tu perro y voy a morderte... Otras canciones dicen: Azótame o pégame.

En el programa "Conexión Informativa" de hoy se generó un comentario acerca de la Prohibición en Santo Domingo de 11 temas de reggeaton que incitan al consumo de estupefacientes, lo cual es una las luchas permanentes de las autoridades en materia moral.

La idea no es dejar sentado un precedente, sino advertir a los jóvenes de las “posibles malas influencias” que puedan generar estos ritmos, que lejos de ser una moda se convierten en menos de lo que creen en un MAL estilo de vida.

AL QUE LE QUEDE EL FLUX QUE SE LO PONGA!!!